¿Qué te motivó a entrar en la industria y cómo ha sido el camino hasta ahora?

– Podría decir que mi ingreso a la industria fue por una casualidad. De hecho, en algún momento estuve a “préstamos” en otras dos industrias. Mi regreso al sector sí estuvo intencionado y cargado de intencionalidad. Cuando estás en este sector, no puedes dejar de apasionarte. La industria energética es, sin duda, una de las más desafiantes y de mayor impacto en nuestra sociedad. La transición energética que estamos viviendo no es solo un cambio tecnológico, es una transformación profunda que requiere diversidad de pensamiento y nuevas formas de liderazgo.

El camino hasta ahora ha sido de constante aprendizaje, crecimiento y también de muchos desafíos. La energía es un sector históricamente masculinizado, lo que ha significado que las mujeres debemos abrirnos espacios con mucho esfuerzo. Sin embargo, el compromiso de diversas organizaciones y la visibilidad que hemos logrado con la Asociación de Mujeres en Energía han permitido generar cambios concretos, aunque aún hay un largo camino por recorrer.

¿Cuáles han sido los mayores desafíos que has enfrentado como mujer en la industria?

– Uno de los mayores desafíos ha sido la falta de representación femenina en espacios de toma de decisiones. Si bien hemos avanzado en la discusión sobre equidad, las cifras siguen mostrando una baja participación de mujeres en roles estratégicos y técnicos. Hoy, solo el 21,3% de la fuerza laboral en energía somos mujeres, con una concentración del 45,2% en roles administrativos, lo que nos indica que aún falta mucho para lograr una participación equitativa en todas las áreas.

Otros de los desafíos ha sido el transmitir que efectivamente las brechas en el sector existen, pues a veces nos encontramos con la resistencia a aceptar esta realidad. Afortunadamente, desde el año 2019 el Ministerio de Energía cuenta con data respecto a la materia. El año pasado el estudio de brechas de género fue actualizado, lo que nos permite, con datos en mano, relevar nuestra realidad. Ya no es posible que nos diga que es solo la sensación de sentir que nuestra participación es baja, por ejemplo, o que por realizar el mismo trabajo que un hombre, ganamos menos. No es una sensación y los datos nos avalan. 

¿Consideras que hemos avanzado en materia de igualdad de oportunidades en la industria?

– Hemos avanzado en visibilizar la importancia de la equidad de género en la industria energética, y eso es un paso fundamental. Hoy, más empresas e instituciones están comprometidas con la equidad, generando iniciativas para atraer y retener talento femenino. Sin embargo, los avances en cifras concretas aún son lentos.

Entre 2019 y 2024 se registró una caída en la participación femenina en el sector, pasando del 23% al 21%. La pandemia afectó de manera desproporcionada a las mujeres en la industria energética. Este fenómeno no es aislado y se ha visto en múltiples sectores, ya que muchas mujeres debieron priorizar responsabilidades domésticas y de cuidado, lo que impactó su permanencia y acceso a oportunidades laborales.

Si bien aún hay mucho por hacer, vemos señales de avance. Hay una mayor conciencia sobre la importancia de la diversidad en la toma de decisiones y más empresas comprometidas con la equidad. Esperamos que, en una futura actualización del estudio, podamos ver una recuperación y un aumento en la participación femenina en el sector.

¿Qué significa para ti el Día de la Mujer?

– Significa un día de reflexión. Es un momento para reconocer el camino recorrido, los derechos conquistados, pero, sobre todo, los desafíos pendientes. En la industria energética, nos recuerda que, sin igualdad de oportunidades, la transformación que buscamos en el sector será incompleta y hasta imposible.

Este año, en la Asociación de Mujeres en Energía, hemos preparado un Mes de la Mujer con una agenda robusta de actividades para generar espacios de formación, conexión y visibilización del talento femenino en el sector. Queremos que cada mujer en la industria tenga herramientas para crecer y aportar a la transformación energética desde su experiencia y conocimientos.

¿Cómo te gustaría que se reconociera el rol de las mujeres en la industria?

– Más allá de los reconocimientos simbólicos, el verdadero reconocimiento que necesitamos es igualdad de oportunidades y acceso a espacios estratégicos de toma de decisiones.

Quisiera ver una industria donde las mujeres sean valoradas no solo por su presencia, sino por sus aportes concretos al desarrollo del sector. Esto significa: mayor representación en cargos técnicos y de liderazgo; equidad salarial real y políticas transparentes de remuneración; planes de desarrollo de carrera que permitan el crecimiento y ascenso de más mujeres en la industria; y un compromiso real de las empresas e instituciones para acelerar estos cambios.

El talento femenino en el sector energético es inmenso. No se trata solo de equidad, sino de eficiencia, innovación y sostenibilidad. La transformación energética será, por lejos, la más desafiante de la historia de la humanidad, y necesitamos a todas las voces, todas las mentes y todas las capacidades para hacerla posible.